Recomendamos que visitéis al dentista, por lo menos, una vez al año. 
Las personas con enfermedades periodontales o diabetes es aconsejable que tengan una consulta cada seis meses.

Los implantes requieren unos cuidados muy básicos, que son esencialmente los mismos que necesitan los dientes: una correcta higiene bucodental, como un correcto cepillado y el uso del hilo dental y los cepillos interproximales. Si además evitamos el tabaco y otras sustancias perjudiciales como el alcohol, mejoraremos el pronóstico a largo plazo del tratamiento. Una revisión periódica para realizar una limpieza aumentará las posibilidades de disfrutar de los implantes con satisfacción durante años. Por lo demás, puedes hacer vida perfectamente normal.

Trabajamos con un pionero software de diagnóstico y planificación en 3D con el que estudiamos y preparamos cada caso con mayor personalización.

La planificación por ordenador nos permite realizar una cirugía mínimamente invasiva. Según el estado de la mandíbula y el número de piezas que haya que reemplazar, establece el número de implantes necesarios y la inclinación de los mismos para conseguir el ajuste perfecto. Los implantes se colocan con la ayuda de guías quirúrgicas en el punto exacto planificado.

Con este flujo de trabajo digital se consigue la máxima precisión en los tratamientos dentales. Esta metodología nos permite situarnos a la vanguardia del sector en Cuenca.

Es la técnica que contempla como última opción la extración del diente, es decir, la prioridad será conservar el diente, restaurando sus zonas dañadas.

Al cumplir un año los niños deben visitar al dentista por primera vez o cuando los los primeros dientes emergen. Por lo general, se acude al dentista cuando tienen los dientes de leche, sobre los 3 años.

Las caries no remiten por sí mismas. Van destruyendo el tejido del diente y si no se frena, la corona se perderá.